Yo la soñé, impetuosa, formidable.
Sus manos suaves como las lágrimas que derramo,
solo ella es la culpable de este juego.
Sus manos ardientes van trepando por mi cuerpo
en ese día lluvioso.
Cuando llueve, sus besos me apasionan
formando un río de amor, de pasión.
Yo la soñé ardiente
apasionada, amada.
Luego soñé nuestros besos
rodeados por el calor de su cuerpo.
Faustino Tenchio
1º3
Sus manos suaves como las lágrimas que derramo,
solo ella es la culpable de este juego.
Sus manos ardientes van trepando por mi cuerpo
en ese día lluvioso.
Cuando llueve, sus besos me apasionan
formando un río de amor, de pasión.
Yo la soñé ardiente
apasionada, amada.
Luego soñé nuestros besos
rodeados por el calor de su cuerpo.
Faustino Tenchio
1º3
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